Perita en dulce

Así es el Valencia de la temporada 07/08: un chollo para los rivales. Ronald Koeman no ha podido transmitir un mensaje de tranquilidad a la afición de Mestalla al cambiar el sistema de Quique Sánchez, el 4-2-3-1 que ha venido usando el Valencia en la última década, por el 4-3-3. Los jugadores están perdidos, no saben qué hacer con la pelota y se refleja en los resultados.

El Barcelona llegaba con muchas dudas al partido, sobre todo tras haber ganado solo fuera de casa al Levante y al Stuttgart este año. Pero pronto vio el rival que tenía enfrente y se hizo con el control del juego. La banda izquierda azulgrana generaba todo el peligro para que un hambriento Eto'o se enfrentara con Cañizares casi siempre indefenso, ya que ni Marchena ni Helguera estuvieron al nivel una jornada más. Si no era por la izquierda, Messi también hacía daño por la derecha, y fue tras un pase de Messi que Eto'o controló en el área, se deshizo de Marchena y Montoro y batió por el palo largo a Cañizares. Un 1-0 en el minuto 8 mataba el partido. Poco después la sociedad Xavi - Messi - Eto'o volvió a por Cañete. Esta vez el killer camerunés eligió el palo corto y el portero de Puertollano ni se movió. Entregó su portería por completo. En los cinco últimos minutos de la primera parte llegó lo peor: las lesiones de Messi y Morientes, ambas de tipo muscular.

La segunda parte podría decirse que sobró. El Valencia estaba apático, ya no le importaba nada. Tan solo Montoro quería hacer algo por cambiar las cosas pero no pudo contra todo un Barça que volvió a funcionar como un bloque. Milito y Márquez atrás fueron un seguro atrás y eso lo agradeció un inseguro Valdés. Los laterales subían sin parar, mucho más Puyol que Abidal. Y el centro del campo no concedía ninguna pérdida de balón. El último gol azulgrana llegó tras un contraataque de Giovani que elegantemente cedió el balón a Gudjohnsen para que batiera la vacía portería valencianista. Los minutos finales apenas sirvieron para nada, si acaso para que la mala suerte se cebara algo más con los chés tras la lesión de Moretti y las molestias de Albelda. Para terminar el partido, Vicente hizo el único tiro a puerta con real peligro y Valdés por fin despertó de su gris partido: era el minuto 90.