21 septiembre 2007

Y Mou dijo basta

Campeón de la UEFA y de la Champions dos años consecutivos con un equipo muy inferior a los planteles punteros del continente busca trabajo. Entrenador joven y veterano busca equipo; especialidad: minar la moral de los rivales. Referencias: Frank Rijkaard. Estos podrían ser perfectamente dos anuncios que aparezcan en la sección de empleo de cualquier periódico a partir de hoy.

Mourinho se ha ido del Chelsea tras ganar dos Premier League consecutivas, dos FA Cup y una Carling Cup en cuatro años. Un buen palmarés si no fuera porque no se le fichó para ello. El nuevo rico Roman Abramovich quería publicitar su empresa petrolífera en Europa y qué mejor escaparate que ganar la Champions League. Para ello contrató a los mejores jugadores del momento y al mejor entrenador del momento. Pero esto no es suficiente porque para ganar la Champions hace falta algo que no se consigue con dinero: suerte.

La relación Abramovich - Mourinho se venía deteriorando desde hace un par de años aproximadamente, pero esta semana las circunstancias han precipitado su adiós. Un rosario de bajas de renombre (Lampard, Ballack, Carvalho, Drogba) hicieron que Mourinho clamara ante los medios diciendo que sin buenos huevos no hay buenas tortillas, una frase que pasará a la historia del fútbol. A todo esto hay que sumarle que tenía en el ostracismo al ojito derecho del dueño (Shevchenko), que había reaparecido tras su lesión con un gol en un partido con Ucrania. A Mourinho no le hacía gracia ponerlo, pero lo puso ante el Blackburn e hizo un partido feo. Pero llega la Champions y Shevchenko marcó el gol del empate ante el Rosenborg.

Más que posiblemente, Abramovich le recriminó este gol a Mourinho, echándole en cara su falta de confianza con el ucraniano. De locos es pensar que Sheva está para hacer algo importante este año, y Mou lo sabe. Abramovich dio la cara por su amigo y sorprendió a propios y extraños anteponiendo lo personal a los negocios, algo impropio en un tiburón de las finanzas como él.

Por eso Mourinho, ante la falta de criterio de su jefe, se ha ido. Y quién sabe dónde trabajará ahora. Solo espero que sea cuanto antes porque duele ver que el mejor entrenador del mundo está en paro.

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