
Parece ser que cada "x" tiempo, aparece la magnánima prensa francesa con algún titular bomba. Curiosamente, esos titulares bomba son casi siempre ataques a deportistas de elite que destacan sobremanera en sus respectivos deportes, con la única condición de que en ningún caso son franceses.
Esta semana han acusado sin pruebas a cuatro equipos de la Liga española (Barça, Madrid, Valencia, Betis). Durante los últimos 7 años han estado acusando - sin pruebas - a Lance Armstrong. En junio pasado, tocó escaldar al que en los últimos años ha conquistado el tenis mundial junto a Federer, Nadal. Y así un largo etcétera. ¿Causas? Pues lo que se me ocurre es que ellos no destacan en la elite del deporte salvo contadas excepciones como Loeb en rallies, Mauresmo en tenis femenino o Manaudou en natación. (Al Lyon no lo meto como triunfador del deporte francés porque siempre es la eterna promesa en Europa y la Ligue 1 tiene un nivel inferior a las ligas de Escocia u Holanda).
Volviendo al tema del fútbol, que es lo último, hicieron una entrevista a Eufemiano Fuentes, el médico que estuvo detenido por lo de la Operación Puerto, en la que aseguraba que había tratado con equipos de Primera y Segunda División. Ahora, todo el mundo en España escandalizado con el tema. Más o menos, los periódicos no han querido darle mucha bola, excepto en Marca y Estadio Deportivo, que pusieron en portada el tema. Pero lo que sí ha pasado es que ha habido una opinión generalizada: "Francia es una envidiosa y cerramos filas en torno al fútbol que es muy sano y es muy bonito".
Esta opinión de la mayor parte de la sociedad futbolera ha hecho daño a los aficionados al ciclismo. ¿Por qué con su querido deporte no se cerraron filas como sucede con el fútbol? ¿Por qué ese escarnio público al deporte más sacrificado de todos? Sencillamente, porque en el fútbol, de momento, no han encontrado bolsas de sangre y demás pruebas "sospechosas", como así ha ocurrido en el ciclismo. Porque en el fútbol no han desposeído a ningún equipo de fútbol de un título por dopaje, como sí ha ocurrido en el Giro, el Tour y la Vuelta.
No digo que el fútbol sea lo más limpio y más ideal que existe en cuanto a deportes, pero sí sostengo una presunción de inocencia con un deporte que de momento no ha tenido grandes escándalos en materia de dopaje (Lo de Maradona recordar que no fue para mejorar su rendimiento), y las únicas sanciones que han alcanzado mayor impacto mediático han sido las de Giovanella y Gurpegui, dos jugadores mediocres de dos equipos no asentados en la elite del fútbol europeo. Conste, eso sí, que creo que en el fútbol hay apaños para mejorar el rendimiento de los futbolistas, pero mientras las sustancias que se tomen no estén en la lista de productos dopantes que elabora la Agencia Mundial Antidopaje, ¿por qué alarmarse?
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