27 febrero 2009

La Segunda europea es cosa del Este


La Copa de la UEFA despierta poco interés por lo que parece entre los equipos "punteros" de Europa (aunque algunos siguen viviendo vergonzosamente de su nombre y de una historia reciente que no merecen). Tras los dieciseisavos, todos esperábamos unas eliminatorias finales muy vivas, con nombres tan potentes como los de David Beckham, David Villa, Alberto Gilardino, etc.


Nada de eso ocurrió. Los equipos del Este (rusos y ucranios sobre todo) son los que mejor se defienden en este tipo de lides, contando con el hándicap de que no tienen Liga durante los meses invernales y por eso mismo deberían tener ventaja los del centro y el sur de Europa.


En el partido entre el Dinamo de Kiev y el Valencia se vio claramente la diferencia entre un equipo y otro. Si el partido del miércoles entre el Liverpool y el Real Madrid plasmó las diferencias entre un equipo trabajado tácticamente hasta el extremo de rozar la perfección en las líneas y otro buscando aún su estilo, en Mestalla se vio un 'chorreo' ucranio, tanto táctico como físico y técnico. ¿Cómo es posible que un equipo que haya jugado únicamente dos partidos tenga más fuelle que el Valencia, en el punto álgido de la competición?


Sorprende la dependencia que tienen los 'ché' de jugadores como Moretti o Albelda. No hay un recambio potable para el lateral zurdo (ni Del Horno ni Carleto tienen hoy por hoy nivel), y cuando Albelda falta... Se va la luz, directamente. El doble pivote que planteó el Valencia fue de libro para no leer. Es complicado pensar que Marchena pueda sustituir a Albelda, y más aún si no tiene de compañero a Baraja, alguien sacrificado a la hora de defender, sino a Fernandes, un prodigio técnico al que aún le falta hacer suyo el concepto de sacrificio. Las dos asistencias fueron del luso, pero los errores defensivos que cometió también contribuyeron lo suyo a la eliminación del Valencia.


Para colmo de males, en un partido en el que se jugaban media temporada, Unai Emery optó por jugar con Alexis de titular, un jugador al que aún le falta un mes para volver a recuperar el tono físico. Aunque no tuviera errores en los dos goles (propiedad de Albiol exclusivamente por mucho que quieran crucificar a Marchena en el segundo), no se entiende que tenga que meter a Marchena en el doble pivote mientras en el banquillo está Baraja (¿para qué jugó los últimos 10 minutos?) y en la grada un tal Viana al que parece que no le van a dar ni media oportunidad de demostrar su valía... También juega de centrocampista Maduro, pero con Emery está relegado a una antiestética posición de lateral diestro en la que no se sabe muy bien qué hace.


Si a eso se le suma un conjunto que sabe bien lo que tiene que hacer como el Dinamo de Kiev, con dos mediocampistas muy inteligentes que no desentonarían en una liga grande de Europa (Aliiev y Correa), un panzer destructor que por donde pisa no crece la hierba (Vukojevic), y un delantero con ganas de demostrar que Milevskiy no deja de ser una nueva mentira ucrania (Kravets), el resultado no debería de haber extrañado a nadie, aunque ya se sabe esa costumbre que hay de defender lo patrio por encima de todas las cosas, aunque no tenga nivel para nada.


Ahora que España tiene una Selección campeona de Europa parece que nadie nos va a bajar de la nube en la que vivimos, pero esa nube resulta estar más cerca del suelo de lo que parece. Los clubes que juegan en Europa se han lucido. Ni siquiera el mejor Barcelona de la historia (¿cuándo se esperará a que consigan títulos para hablar?) pudo pescar nada de Gerland. El Villarreal, el potente submarino amarillo del que tanto gusta hablar fue sometido con un gol de Karagounis, un veterano curtido en Europa. En Madrid, Rafa Benítez le enseñó a Juande lo que es el resultadismo mientras la reaparición de Guti debería hacer temblar a los madridistas antes que seguir soñando con la remontada de la Liga. Lo del Atlético no por esperado deja de ser indignante. Si en un partido ante el líder portugués resulta que el mejor jugador de la defensa es Pablo, todo queda dicho. Hace falta un poquito más de humildad.


La misma humildad que no tuvo el Milan cuando vencía por 2-0 al Bremen. Dos golazos de Pirlo y Pato fueron neutralizados por Pizarro. Otro que viene de las trincheras. El Ajax eliminó a la Fiorentina más potente de los últimos tiempos con un soberbio gol de Leonardo. Quizá sea la hora de decirle a los cracks que de nada sirven sus filigranas si los miércoles se esconden, ya que hay un montón de gente dispuesta a atragantarles la tarde, como los ucranios del Metalist a la Sampdoria de Cassano. La UEFA ya ha dado el primer aviso de que algo está cambiando en el fútbol, ahora depende de los equipos Champions demostrar las 'jerarquías' del fútbol. Lyon y Panathinaikos tienen en su mano dar las campanadas. ¿Demostrarán el Villarreal y el Barcelona su supuesta superioridad como hizo el Bayern? Los teutones son el único equipo que es capaz de tocarse los huevos durante un año ininterrumpidamente, pero cuando se enfadan, le puede ocurrir lo mismo que al Sporting. 0-5 y a dudar de la grandeza de otros.


PD. Lo del Sporting también es de expediente X, con Moutinho sin encontrar su mejor juego y Veloso condenado a la banda, donde no ofrece todo el juego que tiene, pero eso queda para otro día...

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