20 octubre 2008

Fútbol de verdad


Da gusto cuando piensas que no puedes esperar nada nuevo del fútbol, que te aburre y que siempre es lo mismo, y de repente te encuentras con un Athletic - Barcelona. Da igual la clasificación, uno sabe que en ese partido el Athletic va a entregarse en cuerpo y alma. El Barcelona tenía bajas, pero se les olvidó darle descanso a un mago llamado Iniesta. Y así transcurrió el partido, muy británico, con un conjunto lleno de coraje y otro aferrado a la clase de sus estrellas.

Si el Athletic jugara así todos los partidos, no tendría problemas para meterse en la Copa de la UEFA. Fue un ejemplo de actitud guerrera durante los noventa minutos, con una grada que realmente rugía cuando el rival tocaba el balón. Daba gusto.

Mientras tanto, el Barcelona, a esperar que el Athletic se desinflara con el paso de los minutos. Lo positivo es que Valdés volvió a ser el de antaño, ofreciendo seguridad en todo momento, incluso cuando el deprimidísimo e insociable Abidal le regaló un balón envenenado en el 92' cuando Llorente andaba por allí.

El partido era para que un chispazo lo rompiera. Y hete aquí que había un hombre que tenía coraje, pero no era del Athletic, a pesar de ser un león. Eto'o agarró el balón de Henry, aquel que había pedido desesperadamente, y se echó a correr. En su camino saltó Amorebieta, con su larga pierna volando y amenazándole, pero no se achantó. Cuando se deshizo de él miro a Iraizoz. "Esta no la paras", debió decir Eto'o quien pegó una soberbia patada al balón que hizo sonar las redes y enmudecer a una hinchada de 10.

Quiero más partidos como estos, el próximo en la lista será el Juventus - Real Madrid... Oh, vaya, parece que fue un oasis.

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