Una profunda rehabilitación

En el Barcelona se ha quedado con el '9' el que se tenía que quedar: Samuel Eto'o. Los vicios del vestuario se sabe bien quién los provocaba. Pasa con todos los brasileños y no iba a ser una excepción a Ronaldo o Romario el bueno de Ronaldinho. Samuel Eto'o es todo un volcán, sí, pero estando en un estado normal consigue una cifra de entre 25 y 30 goles, y cabreado tan sólo baja el registro a 20 goles por temporada, parece una buena opción quedárselo con sus virtudes y defectos.

Además, cabe la posibilidad de que Eto'o haya sentado la cabeza. Esta pretemporada, aun sabiendo que tenía el cartel de transferible, y que era la segunda opción por detrás de Adebayor, ha guardado silencio y ha trabajado con goles. Él sabe que este nuevo Barça recupera todo lo bueno del año del doblete y que él puede hacer aún más historia de la que ha hecho en el equipo.

La prueba se vio en el partido ante el Wisla Cracovia, donde trabajó como uno más. No es el Eto'o irascible que se veía tras las dos lesiones que tuvo en las dos últimas temporadas. Es un Eto'o rehabilitado. Implicado. El Camp Nou sabe de su calidad y le ha concedido un indulto temporal, y el camerunés respondió con dos goles. Y corrió a la banda donde estaban sus aficionados y abrió los brazos. Volvió a sentir el abrazo del Camp Nou, de sus compañeros, de los técnicos. Si se queda se le va a querer, y de él se espera lo mismo, que devuelva todo el cariño que tiene.