La ida de la Champions ha dejado más sorpresas de las que se podían esperar. ¿Quién iba a decir que el Fenerbahçe se viera dos goles abajo ante un Partizán que ha vivido tiempos mejores? Menos mal que Alex y Güiza lo arreglaron en cinco minutos de inspiración del gigante turco.
Pero el pelotazo gordo llegó en Chipre. El campeón de la liga chipriota, el Anorthosis, vapuleó al Olympiacos. ¡Con un 3-0! Lo nunca visto. Si Galletti, Kovacevic y compañía no lo impiden con una gesta, vamos a tener un chipriota por primera vez en la Champions League.
El resto de favoritos no defraudaron. El Liverpool empató a cero con el Standard, pero es que los belgas no son una perita en dulce, como vengo avisando un tiempo. De no ser por la gran actuación de Reina, parando un penalti y varias oportunidades claras, Rafael Benítez tendría que dedicarse sólo a la Premier. El Arsenal dio un golpe de autoridad con su clara victoria ante el Twente por 0-2, lo que deja a los holandeses con la miel en los labios. De todos modos, su actuación en la UEFA dará mucho que hablar.
Quienes dejaron ya prácticamente encarrilada su clasificación fueron la Juventus, el Barcelona, el Dinamo Kiev y el BATE, que también va a hacer que Bielorrusia tenga en la fase de grupos un equipo por primera vez en su historia. El Atlético está medio eliminado tras caer 1-0 ante un Schalke con muchas y muy importantes bajas (Kobiashvili, Varela, Krstajic, Neuer...) y tendrá que conformarse un añito más con la Copa de la UEFA, rezando por evitar al Bolton de turno.
De entre los grandes de Europa, Juventus y Barcelona demostraron su grandeza con sendos 4-0 ante el Artmedia y el Wisla Cracovia respectivamente. Los italianos no sufrieron para derrotar al conjunto eslovaco, que ya había dado sorpresas en las previas de años anteriores eliminando al Oporto y al Rangers. El Barça, por su parte, demostró que ha vuelto a los hábitos de la máxima exigencia, la presión en el centro del campo y a la falta de piedad ante el marco rival. Cuatro goles que pudieron ser siete ante los polacos que hicieron muy mal no cambiando el orden de los partidos.
Hay que resaltar la vuelta del rehabilitadísimo Eto'o, que se entregó a un Camp Nou que le concedió el indulto por su buen trabajo esta temporada. Parece que el elegante Henry está de vuelta, y junto al sublime Iniesta y al mejor Xavi de los últimos años, pueden formar una media de lujo. Sólo faltan algunos ajustes defensivos (Abidal y Valdés) y el Barça podrá volver a ser la máquina azulgrana de hace dos años.
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