Bonita forma de caer

Italia se ha metido en cuartos de final. Haciendo gala de una flor sorprendente, ha dado la vuelta a todos los pronósticos y superado a Rumania en el grupo de la muerte. Ahora, los transalpinos serán el rival de España. Sinceramente, prefiero que sea Italia nuestro verdugo antes que los rumanos, por el empaque más que nada.

Tengo más que serias dudas sobre la capacidad de España de derrotar a Italia en unos cuartos de final. Se han juntado el hambre con las ganas de comer. La barrera psicológica de los cuartos con la bestia negra de la Furia Roja. Además, Toni lleva fallando tres partidos, pero no da síntomas de estar jugando mal. Tiene todos los ingredientes precisos para marcar un hat-trick ante la defensa española.

Como consuelo, Pirlo y Gattuso no están, pero De Rossi está a un nivel impresionante, y seguro que el que supla a Pirlo lo hará con muchísimo oficio y determinación (Aquilani sería el elegido). En ataque, Cassano querrá demostrar el error que cometió el Real Madrid dejándole ir a Italia y pintarle la cara a Ramos y Casillas.

Y el grandísimo ataque nuestro (Villa - Torres) tendrá por fin un portero de calidad enfrente, Akinfeev será un gran portero, pero le falta madurar; e Isaksson se ha tirado gran parte de la temporada en blanco en el Manchester City. Ahora toca enfrentarse a Buffon, el mejor portero del mundo, que no se cansa de salvar a su equipo con estiradas imposibles (Benzema terminó desquiciado ayer)

Adiós Francia
Los galos han suplido el sitio destinado a Austria, el de selección humillada. La baja de Vieira ha sido demasiado para ellos, pero lo que les ha condenado ha sido la prepotencia de su entrenador. Raymond Domenech se instaló en una nube muy espesa desde que la guardia pretoriana comandada por Zinedine Zidane se coló en la final del Mundial de Alemania'06. No ha sabido dar un relevo generacional que se necesitaba con urgencia y en la alineación de ayer lo intentó a medias.

Dejó fuera a Sagnol y Thuram entre los veteranos, y en el medio prescindió de Malouda para dejar un inexplicable sitio en el once a Govou, que no ha hecho nada en toda la Eurocopa. Lo de Thuram tiene guasa, porque su sustituto, Abidal, no podía haberlo echo peor. El rival era Toni, un grande, pero me apuesto lo que sea a que Thuram pudo haberlo hecho algo mejor. Será más lento y tendrá menos cualidades que Abidal, pero Thuram lleva ocho años jugando como central, y Abidal no. Así pasó, al primer compromiso, Abidal a la calle e Italia festejando.

La alineación fue de chirigota. Makelele y Toulalan no han hecho migas en el doble pivote y lo ve cualquiera. Tras la lesión grave de Ribery, entra Nasri, por fin un poco de aire fresco. No lo hacía nada mal el chaval de Marsella. Pero llegó la gracieta de Abidal y el seleccionador mete a Boumsong en el lugar de Nasri de nuevo. Ahora resulta que Govou es mejor que Nasri, que Ben Arfa no mereció un sólo minuto en la Eurocopa y que Abidal rinde bien como central. Bravo Raymond Domenech, siempre estarás en nuestros corazones como aquel seleccionador naïf que se creía Dios y no tenía nivel ni para ser ateo.