Ya están preparados los dieciséis equipos que han llegado a la última fase de la Champions League. Quizá no son los mejores de Europa ni hayan merecido llegar a los octavos de final. Pero si están ahí es porque han demostrado más competitividad que el resto de equipos participantes. La Champions League casi nunca la gana el equipo que tiene más talento o más dinero sobre el césped, se necesita también que el factor suerte esté del lado de un equipo. Sin ir más lejos el actual campeón, el Milan, no tiene una plantilla con grandes nombres salvo algunas excepciones (Nesta, Seedorf, Kaká, Pirlo). Son un grupo de trabajadores del fútbol. Inzaghi no tiene técnica, desborde, ni velocidad; pero es el máximo goleador de las competiciones europeas en la historia. Gattuso no sabe distribuir el juego desde el centro del campo; pero es el cerrojo italiano. Y así con el resto de la plantilla. Un año más es el equipo favorito sobre el resto.
En segunda fila están los que han venido haciendo buenos papeles en los últimos años: Barcelona, Arsenal, Liverpool y Manchester. Son los que tienen el espectáculo por bandera, pero esto no garantiza ni mucho menos una plaza en la final de Moscú. Deben saber mezclar el juego bonito con la efectividad. En este grupo de segundos favoritos también cabría meter al Real Madrid; no por su trayectoria en las últimas Champions, en las que no alcanza la semifinal desde que la ganara en 2002; sino por ser el equipo más pragmático de los 16 clasificados y por ser el campeón de la Liga española. Tienen una ventaja sobre el resto: dos de los tres máximos goleadores de la Champions: Raúl y Van Nistelrooy, entre medias está Shevchenko.
Otro grupo se podría hacer con los que tienen potencial para ganar la Champions pero siempre terminan dando un paso atrás en sus aspiraciones. El Chelsea y el Inter pertenecen a este grupo, son tremendamente eficientes en los campeonatos regulares pero en las competiciones por eliminatorias terminan cayendo. El Chelsea es especialista en llegar hasta el final, pero bien Liverpool o bien Barcelona terminan cruzándose siempre en su camino. El Inter no tiene rival en Italia, y eso les resta motivación, por lo que podría ser la causa para que no rindieran al máximo nivel en la Champions. Este año, por lo menos, ha sido el de la explosión de Ibrahimovic a nivel mundial.
Oporto y Roma serán dos equipos complicados, sobre todo si se cruzan con equipos españoles, pero no deberían de llegar más allá de los cuartos de final. Al Sevilla le ocurre lo mismo. Estos equipos juegan sin la presión del que está obligado a ganar la Champions y uno de los tres será la sorpresa de esta Champions League. El Sevilla tiene mucho que demostrar y no se arrugará ante los gigantes europeos.
Por último, los equipos de menor nivel, aquellos que han pasado a la segunda fase sin pena ni gloria, más por la escasa entidad de los rivales que tenían que por su calidad. Estos son el Olympiacos, Schalke, Celtic, Lyon y Fenerbahçe. Sin duda ha sido una de las peores fases de grupos de los últimos años. No se ha dejado de echar de menos a equipos más potentes de Europa como el Bayern Munich o el Ajax. Olympiacos y Fenerbahçe son lugares propicios de retiro de muchos jugadores como Kovacevic o Roberto Carlos; el Celtic se nutre en su mayoría de jugadores locales desconocidos para el gran público; el Lyon ya no es el que atemorizaba al Real Madrid por el envejecimiento o la fuga de sus estrellas y el Schalke simplemente es un equipo de nivel UEFA que no debería asustar a nadie.
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