10 febrero 2008

La selección vive en el cainismo


La selección vive momentos de tranquilidad en cuanto a lo deportivo. Con una racha de once victorias y dos empates, la última derrota cosechada ante Rumanía en aquel lejano 15 de noviembre de 2006 está prácticamente olvidada en la mente del aficionado.

En cuanto a lo institucional, las polémicas no dejan de ir y venir, aumentadas por el tremendismo que rodea a la selección, donde toda decisión resulta más trascendente en España que en cualquier otra selección del mundo.

Cuando Luis Aragonés dio la convocatoria para el partido contra Francia, la controversia surgió con la convocatoria del lesionado Arbeloa por error y, una vez más, por la no convocatoria de Raúl, que está llegando a tener visos de ser un reclamo permanente. La llegada de la selección a Málaga, recibida por los gritos de “Raúl, Raúl” fue la última muestra de cómo se valora en España el trabajo del seleccionador nacional. Esto contrasta con otros países, en los que los seleccionadores tienen mano dura y nadie se entromete en su trabajo. En Portugal, Luiz Felipe Scolari ha dejado fuera de la convocatoria a Miguel, del Valencia, por su baja forma y su látigo ya amenaza a Deco y Manuel Fernandes. En Francia, Raymond Domenech no llama a Trezeguet desde el Mundial de Alemania y no se organizan manifestaciones en su contra. Y en Inglaterra, ausente de la Eurocopa, Capello no tiembla ante la no convocatoria de Beckham, por el sencillo motivo de que su trabajo podrá ser cuestionado, pero nunca dejará de ser respetado.

Debate sucesorio.
Más allá del mero debate sobre los jugadores que deban estar o no, el debate sobre quién debe ser el sucesor de Luis Aragonés ha vuelto. El agrio enfrentamiento radiofónico del seleccionador con el periodista Alfonso Azuara no ha hecho más que engrasar la maquinaria para preparar el terreno al futuro seleccionador. Esto enfadó mucho a Luis Aragonés, que no se ha cansado de repetir que nunca ha visto a una selección con dos seleccionadores. Quizá no vio ningún partido de Inglaterra en el Mundial de Alemania, con Eriksson como seleccionador y su anunciado sucesor Steve McClaren como ayudante. En este caso, el tremendismo fue exclusividad de Luis Aragonés.

De aquí al final de la Eurocopa, cualquier declaración de Luis Aragonés, de Ángel María Villar o de Fernando Hierro va a ser analizada con lupa; las no convocatorias de Raúl van a seguir trayendo manifestaciones y la atención mediática no se centrará en los partidos de preparación de la selección. No interesa acudir a un evento internacional como una Eurocopa unidos para intentar ganar el torneo. España es el único país en el que son más seguidas las convocatorias nacionales que el partido en sí.
La selección, un equipo.
Tras la pírrica victoria contra Francia, se ha podido comprobar cómo Luis Aragonés está llevando a cabo una estrategia de unión en el vestuario que le está dando buenos resultados hasta ahora.
Los jugadores hacen piña en torno al seleccionador y se ha conseguido formar un equipo con mayúsculas. Nadie duda que en la selección, hoy por hoy, no están los dieciocho mejores jugadores del panorama internacional. Incluso hay algunos que no deberían estar debido a su baja forma o sencillamente a que no tienen caché internacional. Pablo Ibáñez, Juanito, Güiza o Albelda no deberían haber jugado en Málaga si se atiende exclusivamente a razones futbolísticas. Pero la selección nacional no es un club de fútbol en el que se premia la regularidad. Se premia el compromiso con todo el equipo, y eso incluye desde los propios compañeros al seleccionador.

La convocatoria de Albelda ha levantado ampollas entre los aficionados defensores de otros jugadores como Guti, que viene haciendo buenos minutos en el Real Madrid. Lo cierto es que pocos se paran a pensar si realmente es conveniente que Guti vaya a la selección. Puede que el acoplamiento que tenga con jugadores como Alonso o Cesc no sea el mismo que tiene con Diarra o Robinho. Y Luis no quiere arriesgar ahora que ha dado con la tecla adecuada para que la selección carbure.

Choca el hecho de llevar a un jugador apartado con su club a la selección, incluso es criticado por todos los medios. Pero los mismos que critican la convocatoria de Albelda son los que aplaudían el valor del seleccionador argentino Alfio Basile cuando convocaba a Juan Román Riquelme, apartado del Villarreal por motivos disciplinarios. Obvio que Albelda no es Riquelme, ni se pretende que lo sea, pero la situación es la misma: jugador apartado que tiene la confianza del seleccionador. Además, el apoyo de la afición Albelda ya lo tiene, como pudo comprobar en la ovación que recibió cuando fue sustituido por Xabi Alonso.

Detalles por pulir.
En estos cuatro meses que faltan hasta que la selección debute en la Eurocopa de Austria y Suiza, hay que mejorar en algunos aspectos. Partiendo de la base de que los cimientos del equipo están asentados, hay que incluir a jóvenes para que vayan dando el relevo generacional después de la Eurocopa. El puesto de centrocampista defensivo no puede ser propiedad únicamente de Xabi Alonso. Senna y Albelda están ante su última oportunidad de disputar un torneo internacional y la opción más clara en esa posición es Bruno, el sólido centrocampista del Villarreal. Para la zona de tres cuartos, se piensa ya en el jugador del Getafe Granero, pero no parece que Xavi, Cesc o Iniesta estén dando sus últimos coletazos de fútbol, más bien al contrario. En la delantera, Bojan debería ir a la Eurocopa aunque no jugara. El compartir una concentración es muy importante para que un futbolista madure. Los deberes se están haciendo bien, falta unir a todos los aficionados para que en junio griten “España” en lugar de “Raúl” o “Valdés”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja joderr como se te nota por donde tiras ehh. RAUL SELECCION!!

Anónimo dijo...

Buenos días.
Creo que ante la defensa de las
decisiones del seleccionador no hay
mucho que decir, seleccionador hay
uno y sus decisiones deberían ser acatadas y punto, sin generar la
controversia que se ha generado,
hasta ahí de acuerdo.
El problema llega cuando es el
propio seleccionador el que comete incongruencias:
Luis siempre ha asegurado estar llevando a los jugadores que estaban en el mejor momento de
forma y no lo ha cumplido.
El caso de Raúl es el más claro.
Sobre el caso Albelda, son las
propias palabras de Aragonés las
que le rebotan como dardos,
"para jugar en la selección se
debe jugar regularmente en su
equipo".
De todas formas pese a que mi
manera de pensar esta muy lejos
de la de Luis Aragonés tengo que
admitir que lo de Alfonso Azuara
es una vergüenza. Desde luego ese
derribo ante un profesional no es
propio de un periodista serio,
más bien de uno de la prensa rosa.
En definitiva, me quedo con tu
conclusión, debemos animar a España
vaya Menganito o quién sea, y
se deberían tranquilizar las aguas.

Agus Galán dijo...

Me gustaría que dejaráis algún sobrenombre o desde dónde escribís si no os importa. Un saludo.